Agregar semillas a tu dieta puede ser una manera fácil de reforzar las defensas contra los riesgos cardíacos sin agregar demasiado trabajo a la preparación de las comidas.
Muchos tipos de semillas pueden ser valiosas como parte de una dieta saludable. Comúnmente son agregadas como refrigerio o complementos de ensaladas y postres, porque son ricas en nutrientes. También se pueden encontrar semillas horneadas en panes y galletas, o incluso, en algunas frutas y verduras.
“Las semillas de lino o semillas de chía ofrecen buenas fuentes de ácido alfa-linolénico (ALA), que son ácidos grasos insaturados que se convierten en ácidos grasos omega-3 que normalmente se encuentran en el pescado”, dijo Linda Van Horn, dietista registrada y profesora en el departamento de medicina preventiva en la Northwestern University en Chicago. “Pero también ofrecen un buen suministro de proteínas, fibra, minerales y otros nutrientes a base de plantas”.
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