Expertos han confirmado que la alimentación influye significativamente en la salud mental y el bienestar, pero advierten: la evidencia de los efectos de muchas dietas es relativamente débil
“Hemos encontrado que existe una creciente evidencia de un vínculo entre una dieta pobre y el empeoramiento de los trastornos del estado de ánimo, incluida la ansiedad y la depresión. Sin embargo, muchas pruebas comunes sobre los efectos de ciertos alimentos sobre la salud no están respaldadas por evidencia sólida”. Es la afirmación de la doctora Suzanne Dickson, de Universidad de Gotemburgo, en Suecia, y autora principal de la descripción más actualizada en el nuevo campo de la Psiquiatría Nutricional. Los resultados del estudio dirigido por Dickson se publicaron recientemente en la revista European Neuropsychopharmacology bajo el título Nutritional psychiatry: Towards improving mental health by what you eat. Esta nueva revisión, realizada por varios expertos en la disciplina, confirma que la dieta influye significativamente en la salud mental y el bienestar, sin embargo advierte que la evidencia de muchas dietas es relativamente débil.
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